Los tiempos cambian, las personas cambian y sus modos y ritmos de vida, también. En esta evolución, adaptarse es fundamental y las cocinas no iban a ser la excepción. ¿Que ya no sólo cocina una única persona en casa? Hagamos una superficie de trabajo más grande. ¿Que el tiempo con los nuestros cada vez es más preciado y de calidad? Apostemos por un espacio abierto para compartir.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo el diseño de interiores es una pieza clave para tener una vida mejor, incluso cuando no nos damos cuenta, ya que no se trata de una mera cuestión de estética.
Así que si tu vieja cocina no se adapta a la vida que llevas actualmente, quédate y coge ideas para la que será tu nueva habitación favorita de la casa. Porque las cocinas actuales se viven, se comparten y se disfrutan: pongamos el diseño al servicio de una nueva forma de habitar el espacio.
De espacio cerrado a centro del hogar
La evolución del diseño doméstico ha borrado las fronteras entre las diferentes habitaciones y espacios de la casa. Esto se nota principalmente en que las cocinas se abren al salón y al comedor. ¿El objetivo? Crear un espacio único en el que tareas como cocinar, trabajar o reunirse convivan de forma natural.
Algo tan simple como “tirar un tabique” ha supuesto una verdadera revolución en la vida de muchas personas y en su forma de entender la funcionalidad y la convivencia. Ya no se trata solo de tener una cocina práctica, sino de crear un ambiente que invite a compartir.
La luz, los materiales y la distribución se eligen con la misma atención que en el resto de la vivienda, logrando una continuidad estética y visual que hace que todo fluya.
Islas de cocina: el nuevo punto de encuentro
Como parte de esta transformación estilística y social, las islas se han convertido sin lugar a dudas en el elemento más característico: no solo amplían la superficie de trabajo, sino que se convierten en el verdadero centro de la vida cotidiana. Por si esto fuese poco, funcionan como elemento delimitador y de transición estética hacia el resto de zonas.
Cocinar mirando hacia el salón o el comedor cambia por completo la experiencia (y no digamos si tenemos la suerte de hacerlo mirando el jardín). Nuestra mirada no se ve delimitada por una pared a pocos centímetros, sino que puede relajarse libremente.
Este pequeño gesto nos permite conversar mientras se prepara la cena, interactuar con los niños o simplemente disfrutar de la compañía y de esos “ruidos” que hacen de la casa un hogar. Además, las islas integran funciones múltiples: zona de cocción, barra de desayuno, almacenaje adicional o punto de apoyo para trabajar.
Si a esto añadimos encimeras amplias con acabados resistentes, taburetes cómodos y una iluminación cálida, conseguimos un espacio que invita a quedarse. Por aquí, algunos consejos para acertar sí o sí.
Penínsulas: funcionalidad apta para todos los tamaños
Lo sabemos: no todas las viviendas cuentan con el espacio necesario para incorporar una isla, y ahí es donde las penínsulas se convierten en una solución brillante.
La península nos ayudará a prolongar la encimera principal, creando una transición suave entre la cocina y la zona de salón. Cumple muchas de las funciones de la isla (sirve de zona de trabajo, barra o espacio de convivencia), pero aprovechando al máximo el espacio disponible.
Igual que la isla, si está bien planificada, permite una comunicación visual con el resto de la vivienda. En muchas cocinas, la península actúa como frontera natural entre la zona de trabajo y la de descanso sin perder fluidez ni estética.
Si no te lo crees, echa un vistazo a estas cocinas con península de nuestros distribuidores. Seguro que encuentras la inspiración que te falta.
Muebles abiertos: amplitud y personalidad
Las cocinas contemporáneas también se abren visualmente. Los muebles sin puertas, las estanterías abiertas o las vitrinas con cristal (como nuestra vitrina Bold) ayudan a crear una sensación de amplitud.
Son perfectos para exhibir vajillas o cristalerías, pero también para tener a mano libros de cocina o para dar ese toque de personalidad incluyendo en ellas pequeños detalles decorativos Esto nos ayuda a reforzar la idea de una cocina viva, real y en uso, donde cada elemento tiene una historia.
Consejos a la hora de diseñar una cocina
Si estás pensando en renovar tu cocina y quieres convertirla en un lugar para compartir, ten en cuenta estas claves a la hora de planificar su distribución junto al profesional que diseñará e instalará tu cocina:
- Piensa en la circulación: deja espacio suficiente para moverte con comodidad, especialmente si hay varias personas en la cocina al mismo tiempo.
- Apuesta por una distribución abierta: elimina barreras visuales y conecta la cocina con el comedor o el salón.
- Integra zonas de apoyo o descanso: una barra, unos taburetes o una superficie auxiliar invitan a permanecer en el espacio.
- Juega con la iluminación: combina luz general y ambiental para crear atmósferas acogedoras.
- Cuida los materiales: superficies cálidas y resistentes que inviten al tacto y soporten el ritmo del día a día.
¿Y tú? ¿Quieres empezar a vivir la cocina que mereces? Habla con tu distribuidor de OB Cocinas más cercano. Encuéntralo aquí.