Desde que el concepto abierto conquistó el mundo del interiorismo, pocos son los que se han resistido a instalar una isla de cocina o, a falta del espacio suficiente, una península. Y es que estos elementos, que hace unas décadas tan solo podíamos ver en películas y series de televisión, hoy se han convertido en el centro de los hogares que cuentan con una.
Y no nos extraña, pues además de su apartado estético, son elementos funcionales muy versátiles. Repasemos juntos algunos de sus posibles usos. ¡Apunta ideas si estás pensando en reformar tu cocina!
Separador de ambientes
El primer uso que queremos destacar es el de elemento de interiorismo. Las islas son el aliado perfecto para aquellas cocinas de planta abierta al salón. Podemos jugar con los materiales y acabados de la isla para crear una transición agradable y coherente entre ambos espacios para que estén juntos ¡pero no revueltos!
¿Quieres más consejos para combinar espacios? No te pierdas nuestro artículo Cómo integrar cocinas americanas con el salón.
Cocinar
La isla también puede servirnos como una encimera más sobre la que instalar los fuegos o la vitrocerámica y ser el centro de la cocina.
Antes de empezar a soñar (porque la verdad es que es una opción estéticamente muy atractiva además de muy útil), debes asegurarte de dos cosas. La primera y fundamental es que puedas instalar un extractor en la zona donde tengas pensado colocar la isla.
La segunda, que cuentes con el espacio suficiente alrededor de la placa para cocinar con comodidad (¿qué sentido tendría si no colocar la placa en la isla?) y/o para comer en la misma isla sin riesgo de accidentes, como en el ejemplo que os mostramos en la imagen de arriba, en nuestra cocina Dover.
Fregar los platos
Puestos a enfrentar la, para muchos, durísima tarea de fregar la vajilla y otros utensilios, hagámoslo con estilo y comodidad, ¿no?
En ese propósito te puede ayudar y mucho colocar el fregadero en la isla. De esta forma, tu visión será más agradable que si estuvieras enfrentado a una pared. De hecho, puede ser muy útil para aquellos que tengas pequeños en casa, para poder echarles un ojo.
Si te decantas por esta opción, te recomendamos que optes por fregaderos de gran tamaño o un seno dedicado a escurreplatos, para “disimular” el efecto de la vajilla secándose. También, que remates la faena instalando un grifo de caño alto. Cuanta más presencia, mejor. No te cortes a la hora de jugar con los colores y acabados (spoiler: se lleva mucho el negro mate).
Almacenaje extra
Hay tantos tipos de isla de cocina como puedas imaginar, algunas funcionan más como barra y otras, como la que os mostramos arriba de nuestro modelo Kobe, se centra en el almacenaje (aunque también cuenta con una barra snack con voladizo muy útil para sentarse).
Gracias a una isla podemos llegar a duplicar la capacidad de almacenamiento de la cocina.
Nuestro consejo aquí es que, antes de diseñarla, pienses en qué enseres, utensilios, electrodomésticos o ingredientes quieres guardar en su interior. Esto determinará la composición de la isla y cualquiera de nuestros distribuidores te pueden dar ideas para la forma final: muebles cerrados, cajones, estantes abiertos, vitrinas…
¿Isla u office?
¿Es que acaso hay que elegir? Si no tienes suficiente espacio en la cocina, puedes utilizar la isla como lugar para comer buscando unos buenos taburetes (¡inspírate para elegirlos aquí!).
Si eres más de sentarte en silla, siempre puedes añadir una encimera a una altura menor como en este ejemplo:
Más espacio para trabajar… ¡y todo lo que imagines!
La última opción que te proponemos es también la más sencilla: liberar la isla de cualquier elemento para convertirla en tu base de operaciones.
Tu cocina se convertirá en un laboratorio de ideas culinarias (mejor en compañía de amigos o familia). Pero también, ya lo verás, será a ratos biblioteca, a ratos bar, zona de juegos, taller de arte… Si no nos crees, ¡instala una isla y luego nos cuentas!