Cuidar el medioambiente es tarea de todos. La buena noticia es que hacerlo es más fácil de lo que crees. Bastará con adoptar una serie de costumbres con las que, a través de pequeños gestos individuales, podremos generar un gran impacto colectivo.
Y la cocina es un buen lugar para empezar, ya que las actividades que realizamos en ella son las que pueden producir más gasto energético y desperdicios de toda nuestra casa.
Solo tenemos un planeta, así que apúntate la regla de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. No te pierdas la pequeña guía que hemos creado para aplicarla en nuestra habitación favorita.
Reducir residuos y gasto de energía
El primer paso para no generar residuos es claro: reducir el consumo para evitar el desperdicio.
En el caso de los alimentos, podrás echar mano de una vieja amiga a la que a veces olvidamos: la lista de la compra. Hacer una compra consciente en base, por ejemplo, de lo que ya tenemos en la nevera o de un menú semanal planificado es fundamental para evitar el desperdicio de comida.
Si lo que quieres es reducir residuos plásticos o cartón, te recomendamos comprar a granel (ya hay muchos establecimientos que cuentan con esta opción) o en formatos grandes, con lo que reducirás la cantidad de envases. Para guardarlo todo te va a venir muy bien contar con espacio extra de almacenamiento y que este esté bien planificado para que esté todo en su sitio.
Y si buscas consejos para ahorrar energía, no te pierdas el artículo que tenemos sobre el tema.
Reutilizar en la cocina
¿No has aplicado el consejo de la lista de la compra y te ha sobrado comida? Entonces, sí o sí, tienes que recurrir a la cocina de aprovechamiento, una forma clásica y fácil de reutilizar alimentos para terminar con el desperdicio de cocina. Caldos, revueltos, tortillas, croquetas… Hay tantas recetas como gustos.
Pero también podemos reutilizar otras cosas: ¿Solo te queda una taza de aquel juego antiguo? ¿Platos viejos? ¿Fiambreras sin tapas? ¿Tienes recipientes o botellas de plástico de un solo uso que no quieres tirar? Puedes darle una segunda vida para crear, por ejemplo, utensilios de jardinería, objetos de decoración o para hacer manualidades con los más pequeños de la casa. Si te faltan ideas, haz una búsqueda rápida en internet, ¡te sorprenderá la creatividad para reutilizar que hay en la red!
Reciclar, ¡no simplemente tirar!
Por mucho que reduzcamos y reutilicemos, es casi imposible no generar residuos. Por ello, es fundamental separarlos para poder reciclarlos y continuar con el círculo de la sostenibilidad. Si eres de lo que crees que reciclar no sirve de mucho, apunta:
- Reduce el consumo energético: reciclar gasta menos energía que producir desde cero.
- Disminuye la polución ambiental: reciclando reducimos la necesidad de incinerar residuos y con ello, la emisión de gases contaminantes.
- Frena la deforestación mundial.
Así que sacúdete las excusas y, si no lo haces ya, ¡empieza a separar ya! Te lo ponemos fácil con accesorios específicos para cubos de reciclaje diseñados para aprovechar hasta el último milímetro de los cajones de la cocina y puedas tener diferentes recipientes para cada tipo de residuo.
Y por último, ¡no te olvides de tirar las bolsas en su correspondiente contenedor!