Cada 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una cita con la que se pretende concienciar a toda la sociedad de la necesidad de hacer un uso razonable y sostenible de la energía.
Desde OB Cocinas nos sumamos a esta iniciativa compartiendo con vosotros algunos consejos para ahorrar luz en la cocina y reducir así el consumo energético. ¡Allá vamos!
Ahorrar con tus electrodomésticos
Nuestro día a día en la cocina está lleno de pequeños gestos que, sin darnos cuenta, van sumando céntimos a nuestra factura de la luz
Hornear. que no te pase factura
Es uno de nuestros electrodomésticos favoritos, pero también el que más consumo energético realiza. Por eso, antes de usarlo, plantéate si el microondas, que consume mucho menos y es más rápido, puede realizar una función parecida.
Tampoco lo uses si es muy poca cantidad de alimentos. O si lo haces. aprovecha el tiempo que está encendido para cocinar dos preparaciones (por ejemplo, asar pimientos mientras horneas una lasaña).
Olvídate también de precalentar si no es estrictamente necesario, y de cortar el horno 10 minutos de lo que te pida la receta para aprovechar el calor residual.
Placas
El primer consejo es que, si estás a tiempo, apuestes por una placa de inducción, que consumen mucho menos.
Si tienes vitrocerámica, te recomendamos aprovechar el calor residual apagándolas 5-10 minutos antes de tiempo.
Para ahorrar energía en ambas placas; no olvides cubrir las cacerolas y ollas con tapas para concentrar el calor.
Campana extractoras
Aquí el truco es muy sencillo: mantén los filtros siempre limpios para que tu campana extractora funcione correctamente. Así podrás utilizar velocidades de extracción bajas, mucho más económicas.
Lavavajillas
Un clásico error: fregar a mano teniendo lavavajillas. El lavavajillas consume mucha menos agua (y luz, si utilizamos agua caliente para fregar) que hacerlo a mano.
Eso sí, no te olvides de retirar los restos de comida y cargarlo al máximo.
Frigorífico
Norma número uno: nunca introduzcas alimentos calientes en el frigorífico, ya que este necesitará más energía para enfriarlo.
También piensa antes de abrir y cerrar. Este gesto puede ahorrarte mucha luz.
Por último, comprueba que entre el frigorífico y la pared hay la distancia suficiente para que las rejillas de ventilación funcionen como deben y no provoquen un gasto extra.
Aprovecha la luz natural
Si estás pensando en reformar por completo tu cocina, este consejo es para ti. A la hora de planificar el espacio y distribuir las zonas de trabajo, ten en cuenta la luz natural. ¿Dónde está la ventana? ¿Qué otras entradas de luz natural hay? ¿Es factible abrir la cocina al salón para ganar luz? Recuerda que la iluminación natural no solo es gratis, sino que también es la luz blanca menos dañina a la vista.
En caso de que el espacio de la cocina no sea demasiado luminoso, te proponemos optimizarla eligiendo muebles claros y pintando las paredes y techos de color blanco para que refleje la luz.
Estudia la iluminación de tu cocina
Si no vas a reformar la cocina, ¡no pasa nada, también tenemos consejos para ti!
Empieza por pararte a analizar la iluminación actual… ¿se adapta a tus necesidades diarias? Tal vez es momento de dejar de usar siempre una luz general y dar prioridad a luces focalizadas, con las que ahorrarás y generarás un ambiente más acogedor.
Pongamos un ejemplo sencillo: por la noche vas a la cocina a por un vaso de agua… ¿de verdad necesitas toda la luz que te da la lámpara del techo? En este caso, una buena solución es por iluminación debajo de los módulos altos, que dan luz a la encimera o; si te animas, apostar por luces en el interior de los muebles que tengan sensor de movimiento (como nuestro sistema LED Sensor).
Una vez estudiada la luz eléctrica de tu cocina, e independientemente del diseño que elijas, lo que si tienes que hacer sí o sí es sustituir las bombillas incandescentes o la halógenas por LED, que pueden llegar a ahorrar hasta un 80% de energía.