¡Deja que la naturaleza invada tu cocina! Si hace poco te dábamos ideas para decorar con plantas tu cocina, ahora te proponemos dar un paso más allá y montar tu propio huerto (aunque sea uno muy mini).
¿Lo ves imposible? Sigue estos consejos y muy pronto tu habitación favorita te recibirá con olor a albahaca fresca o hierbabuena. ¡Empezamos!
Luz natural
La luz natural, directa o indirecta, es fundamental para que tu huerto de interior llegue a buen puerto. Como mínimo, debe recibir la luz del sol entre 4 y 5 horas al día. Si tu cocina no es muy luminosa, te recomendamos colocar tus plantas cerca de ventanas con orientación sur u oeste, que son las que más horas de luz reciben.
¿Tu cocina es muy oscura? Tranquilo, la tecnología sale al rescate. En el mercado podrás encontrar gran variedad de huertos hidropónicos para interior. Estos dispositivos incluyen sistema de iluminación y riego propio y caben en casi todos los lugares.
Islas y encimeras
Si tienes espacio suficiente, te animamos a colocar las macetas sobre islas y encimeras. No solo darán un toque extra de vida en toda la habitación sino que las tendrás a mano para recolectar… ¡y listo para usar!
Piensa en vertical
Si por el contrario, dispones de poco espacio o eres de los que prefieren tener las zonas de trabajo despejadas, ¡piensa en vertical!
Existen numerosos modelos de maceteros especialmente diseñados para crear tu pequeño huerto vertical en las paredes de tu casa. También puedes aprovechar las estanterías abiertas o la parte superior de los muebles altos o de las campanas.
El lugar perfecto
Decidas dónde decidas poner tu mini-huerto, recuerda mantenerlo alejado de las fuentes de calor. No solo de la placa, sino también de electrodomésticos que irradien calor constante, como el frigorífico, o puntual, como tostadoras.
Las corrientes de aire tampoco le sentarán bien a tus plantas.
Hierbas aromáticas
Las hierbas aromáticas son las reinas de los cultivos de cocina: albahaca, perejil, cilantro, menta, orégano… No solo tendrás la satisfacción de estar cosechando tus propias hierbas y tendrás un ambientador natural, sino que también contribuirás a reducir el uso del plástico, ya que estas hierbas suelen venderse en envases muy aparatosos.
Cosecha continuada
¿Quieres cultivar los ingredientes de tus ensaladas favoritas? Entonces, asegúrate de elegir variedades de lechuga, rúcula o canónigo que te permitan realizar una cosecha continuada. de esta forma, podrás cortar las hojas que vayas necesitando y volverán a crecer.
El tamaño importa
Si quieres lanzarte a cultivar hortalizas, te recomendamos apostar por las de pequeño tamaño, como pimientos o tomates cherry. Las hortalizas más grandes necesitan una mayor profundidad de sustrato que rara vez podremos conseguir en una cocina.