Una cocina limpia, ordenada y en buen estado es el mejor escenario para poder cocinar y vivirla de una forma agradable e higiénica. Por eso, en este nuevo artículo del blog de OB Cocinas vamos a darte algunos consejos útiles para que mantengas siempre tu cocina como el primer día.
Cómo limpiar tu cocina
Vamos a comenzar con la limpieza. En la cocina realizamos muchas tareas al cabo del día y todas la acaban ensuciando por mucho cuidado que tengamos, sobre todo por la manipulación constante de alimentos. Por ello es tan importante mantenerla limpia diariamente.
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Pero no te preocupes, con estos consejos para la limpieza de tu cocina, vas a poder hacerlo sin emplear demasiado tiempo en ello:
- Limpia las superficies con una esponja o bayeta húmedas y con un poco de jabón neutro. Usa productos más agresivos, como desengrasantes fuertes, solo cuando sea muy, muy necesario. Su composición, con agentes químicos muy fuertes, puede dañar las superficies, sobre todo las del mobiliario.
- Si necesitas limpiar áreas muy sucias en las que se haya acumulado polvo y grasa, siempre es mejor optar por aplicar agua caliente con jabón neutro y dejar actuar hasta que la suciedad se ablande y sea fácil retirarla. Puedes usar también vinagre blanco y bicarbonato para conseguir mejores resultados.
- Usa bayetas de microfibra y prescinde de los estropajos de acero y aluminio. Lo importante, como hemos dicho antes, es ablandar la suciedad, no frotarla. Así solo conseguirás arañar y erosionar tus muebles y las zonas de cocción.
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- Aunque la limpieza con vapor puede resultar fácil y rápida, lo cierto es que la humedad puede penetrar en los muebles, pujándolos y estropeándolos con el paso del tiempo. No obstante, el vapor es agua y puede penetrar por rendijas y pequeños espacios y, una vez, condensado calar en el mobiliario.
- Usa cada vez que cocines la campana extractora. Así evitarás que se acumule el vapor y la grasa en los muebles y luego te será más fácil limpiarlos.
- El fregadero merece una especial atención en cuestión de limpieza. Es el lugar donde mayor cantidad de restos de comida se suele acumular y, por tanto, las bacterias y los gérmenes. Límpialo frecuentemente con agua caliente y jabón y, si es necesario, usa bicarbonato o vinagre para arrancar la suciedad más resistente. Insiste en los huecos y el desagüe.
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- Invierte en un buen sistema de almacenamiento para el reciclaje. De esta forma tendrás los residuos separados y la cocina se mantendrá limpia por mucho más tiempo.
Cómo mantener tu cocina en buen estado
Aunque la limpieza es fundamental es necesario seguir otros pasos para mantener la cocina como nueva. Y no solo hablamos de restos de alimentos o grasas, vas a ver cómo la humedad es uno de los mayores enemigos de nuestros muebles.
- Siempre que una superficie se humedezca, sea cual sea, pasa un trapo limpio (a ser posible de algodón) para secarla para que el agua y la humedad no penetren y estropeen el material.
- Para evitar la humedad no uses los electrodomésticos que despidan vapor debajo de los muebles altos y no abras el lavaplatos hasta media hora después de que haya finalizado el programa.
- No olvides usar siempre tablas y salvamanteles para cortar y no dejar las ollas y sartenes calientes sobre la encimera. No importa el material del que estén hechas o el tipo de encimera, a la larga el daño puede ser irreparable.
- Presta atención a la carga máxima recomendada de los muebles y nunca la sobrepases. Y coloca siempre los objetos de mayor peso en los muebles inferiores.
- Usa tampones filtrantes para el sumidero del fregadero. Así evitarás que se atasque con restos de comida.