Actualmente existen tantas formas de vivir y de convivir como personas hay en el mundo y creemos firmemente en que son los hogares los que deben adaptarse a las personas y sus necesidades y no al revés
Tal vez por eso este proyecto ideado por el estudio de interiorismo Agencement Concept Tendance y realizado por nuestro distribuidor LG Agencement nos cautivó desde el principio. Y es que no se trata de una cocina familiar, sino de una diseñada para un coliving.
WeLiving es un alojamiento muy particular. Se ubica en el interior de una espectacular mansión del centro de la ciudad francesa de Caen y cuenta con 10 habitaciones. Está orientado a alojar a emprendedores que quieran quedarse en esta localidad desde una sola noche hasta nueve meses.
Con unos habitantes tan especiales, la cocina no podía ser una cocina cualquiera. Es más, desde la dirección del alojamiento, concebían este espacio como el corazón del coliving, el lugar perfecto para la convivencia y la creación de momentos cercanos entre los huéspedes. Además de estar completamente equipada, claro.
Veamos detalle a detalle cómo han resuelto este desafío.
Un espacio fluido
Si quieres que la vida fluya, necesitas un espacio fluido. Está claro, ¿no? Lógicamente, la cocina de WeLiving tenía que plantearse desde las bases del concepto abierto.
Así, cocina y comedor se dan la mano en una misma estancia. En ella destaca la gran altura de los techos y los enormes ventanales, propios de una construcción de este tipo; y también la vegetación que asoma desde el exterior, pero en esto nos centraremos más adelante.
Fijándonos en la distribución, los diseñadores de este proyecto se han decantado por una opción tan sencilla como útil: delimitar las zonas de cocina y comedor mediante la instalación de una gran isla central. Esta está dedicada casi en su totalidad a servir de mesa, por lo que funciona como nexo de unión perfecto a la vez que da más opciones de interacción a los residentes (recordemos, 10 personas que a lo mejor aún no se conocen o que, de tanto en tanto, pueden necesitar su espacio).
Para remarcar aún más esta separación, bajo la isla se ha colocado un pavimento diferente, al estilo de los antiguos suelos hidráulicos.
Distribución funcional
En el interior de la cocina, además de con la isla, nos encontramos con una distribución en forma de doble L o de U.
De izquierda a derecha, en esta U nos encontramos con dos lineales continuos de muebles bajos en los que se ha dispuesto la placa vitrocerámica, así como los pequeños electrodomésticos que más se usan en el día a día (las cafeteras y hervidores de agua). A medida que avanzamos, encontramos una gran cantidad de almacenaje hasta llegar al fregadero y el lavavajillas.
Sobre estos muebles, se ha querido aprovechar la zona de la esquina para incluir muebles altos. Sin embargo, sobre el fregadero se ha optado por la instalación de baldas, que facilitan que los huéspedes encuentren fácilmente menaje de uso diario.
En la parte derecha de esta U han instalado un impresionante conjunto de muebles de suelo a techo con una gran capacidad de almacenamiento, horno y microondas en columna y los frigoríficos panelados.
¡No falta de nada!
Luminosa y acogedora
Para los acabados, se ha elegido la combinación atemporal del blanco, que encontramos en todo el mobiliario y la madera, presente en la encimera.
Con ella se ha querido, por un lado, potenciar la luz natural y la sensación de limpieza (fundamental para la convivencia de tantas personas); o la calidez y sensación acogedora de los materiales naturales, que también encontramos en todas las sillas y taburetes.
Para dar el último toque a esta atmósfera llega la naturaleza. Además de la que rodea desde fuera este espacio tras las ventanas, se han incluído pequeñas plantas que replican esta sensación en el interior.
¿Qué te parece el resultado?