La cocina no solo es la habitación en la que solemos pasar más tiempo (o por la que pasamos más veces al día); sino que también es en la que más actividades diferentes solemos realizar. Y, ya sabes, “más actividades” suele significar más suciedad y, sobre todo, más tendencia al caos.
Por eso, en este artículo te vamos a contar las 5 reglas para mantener tu cocina ordenada y que puedas seguir disfrutando de tu espacio favorito sin tener que vivir una pesadilla en la cocina.
No acumules
La primera regla cae por su propio peso y puede ser aplicable a cualquier estancia de nuestra casa: no acumules.
El paso del tiempo, las compras compulsivas o los regalos que nos hacen pueden provocar que nuestros armarios de cocina y cajones se conviertan en lugares impracticables. Nadie se libra de esto, sobre todo los amantes de la cocina y de todos los gadgets habidos y por haber.
Nuestro consejo es que si no puedes evitar acumular, hagas limpiezas periódicamente. En el artículo Hola, año nuevo; ¡adiós, trastos viejos! te damos las claves para hacerlas.
Encimeras despejadas
Una cocina no solo debe estar ordenada, sino parecerlo. Tener sensación de orden es fundamental para liberar la mente y deshacernos del estrés en la cocina. Por eso, empieza por lo que se ve y… ¡despeja tus encimeras!
Quita de tu vista todos esos pequeños electrodomésticos que realmente no usas a diario o que pueden tener otro lugar mucho más funcional. Es el caso de cafeteras eléctricas y tostadoras, que pueden almacenarse en un desayunador con puertas escamoteables (ahora lo ves, ahora no).
¿Utensilios de cocina o especias sobre la encimera para tenerlos a mano? Mejor opta por el almacenamiento vertical e incluye en la sobreencimera accesorios específicos para guardarlos.
La despensa, bien organizada
Los muebles despenseros donde guardamos los alimentos suelen ser los que con mayor facilidad se ensucian y desordenan: paquetes y cajas abiertas, con diferentes formas que no encajan entre sí (sobre todo a medida que se van gastando), restos de comida en el fondo de los cajones… por poco cocinillas que seas, ya sabrás a lo que nos referimos.
Para solucionarlo, te proponemos dos ideas. Por un lado, contar con accesorios de almacenamiento específicos para cada tipo de alimentos, como los especieros, botelleros o incluso estantes para cápsulas de café; o separadores para el interior de los cajones que nos ayuden a que los diferentes alimentos no se arremolinen.
Por otro, hacerte con botes y/o contenedores especiales para guardar alimentos; sobre todo aquellos que como las legumbres o harinas, que suelen comercializarse en paquetes no rígidos de papel o plástico y tienden a derramarse. De esta forma, también conservarás en mejor estado y por más tiempo los alimentos (y prevendrás posibles plagas de insectos). También es útil para alimentos que vengan en pequeñas dosis o formatos, como las bolsas de té.
Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio
Con el ajetreo diario a veces no nos paramos a pensar las cosas, pero es fundamental para que el tiempo que pasamos en la cocina sea eficiente y de calidad. Hacernos preguntas cómo “¿dónde deberían estar guardadas las sartenes?” o “¿cuál es el sitio más lógico en el que poner la vajilla?” es fundamental para crear y mantener de forma sencilla un orden.
Solo así podrás aprovechar bien el espacio en función de tus necesidades y darle un lugar a cada cosa. Además, podrás planificar qué tipo de muebles o accesorios van a ser los más adecuados para ti.
Usar y guardar
La última regla viene avalada por las personas que, por unos motivos u otros, pasaron mucho tiempo en la cocina: nuestras abuelas. La clave es muy sencilla, y consiste en ir limpiando y recogiendo todo aquello que vayamos utilizando.
De esta forma, el espacio y las superficies de trabajo estarán siempre listas para hacer #MásVidaEnLaCocina.