Cocinas con isla
Las cocinas con isla ofrecen una gran versatilidad, proporcionando un área adicional para cocinar, almacenar y socializar. Si estás buscando transformar tu cocina en un espacio práctico y elegante, en OB Cocinas tenemos las mejores soluciones.
Inspírate con nuestros diseños de cocinas con isla
Desde islas con áreas de desayuno integradas hasta opciones con espacios de almacenamiento adicionales, encontrarás diversas ideas que combinan belleza y funcionalidad para tu cocina con isla.
Optar por una cocina con isla ofrece múltiples ventajas que transformarán tu espacio culinario en un ambiente más funcional y estético. Su diseño versátil se adapta a diversos estilos decorativos, desde lo moderno y minimalista hasta lo rústico y tradicional
¿Qué tener en cuenta en el diseño de una cocina con isla?
Al diseñar una cocina con isla, es fundamental considerar la funcionalidad y la distribución del espacio. La ubicación de la isla debe facilitar el acceso a las zonas de trabajo principales: almacenamiento, cocción y fregado. También es clave pensar en la iluminación adecuada y la integración de enchufes para electrodomésticos. Además, la elección de materiales debe reflejar tanto la estética como la durabilidad, manteniendo la coherencia con el resto de la cocina.
Superficie necesaria para montar una cocina con isla
Para instalar una cocina en isla, se recomienda un espacio mínimo de 15 a 20 metros cuadrados. Esto permite una circulación cómoda y un diseño ergonómico. Es importante garantizar al menos 90 cm de distancia entre la isla y los muebles o paredes para facilitar el tránsito y la apertura de cajones y electrodomésticos.
Materiales más frecuentes
Los materiales más utilizados en cocinas con isla de alta gama incluyen encimeras de cuarzo, granito o mármol, que combinan estética y durabilidad. Las islas suelen incorporar madera maciza, acero inoxidable o lacados de alta calidad, ofreciendo resistencia y un acabado elegante acorde a un diseño exclusivo.
Tipos de distribución
Las cocinas con isla pueden adaptarse a varios tipos de distribución, como en forma de U, L o distribución lineal. Cada diseño permite aprovechar el espacio según las necesidades del usuario, creando áreas diferenciadas para cocinar, almacenar y socializar, optimizando la funcionalidad y la estética del entorno.
