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Friega SIEMPRE los platos
Lo sabemos: fregar los platos justo después de comer o de cenar puede ser una de las cosas que más pereza dan en la vida. Pero créenos si te decimos que tomar como hábito este pequeño gesto puede cambiar tu relación con el mantenimiento de tu cocina.
Y es que, para empezar, un fregadero lleno da muy mala sensación, haciéndonos creer que la cocina está más sucia de lo que creemos. El olor que pueden generar los restos de comida tampoco ayuda. Y, por último, la “culpa” que nos persigue por no haber fregado los platos hace que esta nos parezca una tarea mucho más grande de lo que en realidad es.
Por eso, comprométete con la limpieza de tu cocina y ve fregando vajilla y utensilios a medida que vayas utilizándolos. Si además tienes lavavajillas, no tienes excusa.
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Pequeños gestos
Siguiendo la línea de nuestro consejo anterior, aquí va otro imprescindible: limpia nada más ensuciar. Si, por ejemplo, durante el cocinado, limpiamos inmediatamente las salpicaduras, evitaremos que las manchas se sequen y/o se incrusten y sean más difíciles de eliminar.
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¡Al alcance de tu mano!
Los productos y utensilios de limpieza deben estar siempre a mano. Para ello, te van a resultar muy útiles las diferentes soluciones de organización interna de los cajones. Puedes utilizar gavetas a diferentes niveles para aprovechar el espacio del mueble del fregadero para almacenar paños, esponjas o productos que utilices en el día a día.
Asegúrate de que otros útiles como aspiradoras o fregonas estén accesibles en algún mueble preparado para guardarlos de manera limpia y ordenada.
Si está todo a tu alcance, ¡te resultará más fácil y llevadera la limpieza, palabra!
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A la vista, solo lo imprescindible
Una encimera despejada es clave para mantener la cocina en perfecto estado. Por un lado, limpiarla será mucho más rápido y, por otro, no multiplicaremos las superficies a limpiar.
Un claro ejemplo son los pequeños electrodomésticos: si los dejamos en la encimera u en otras superficies como estanterías abiertas; atraerán el polvo e incluso manchas de aceite si están muy cerca de la zona de cocinada.
Así que te recomendamos tener a la vista solo que utilices todos los días, como el hervidor de agua, la freidora de aire o el robot de cocina. Puedes dedicar un cajón exclusivamente para guardar el resto (batidora, sandwichera, etc.) y configurar los sistemas de almacenaje interior para que todos queden bien organizados y sean fáciles de sacar y volver a guardar.
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El frigorífico, siempre en orden
El frigorífico es uno de los elementos en los que más caos se produce aunque a simple vista no lo parezca. Y no hablamos solo del desorden, sino también de la suciedad, los malos olores y hasta de las consecuencias de estos en los alimentos.
Así que te recomendamos mantener el frigorífico libre de productos en mal estado o caducados. Una nevera despejada estará siempre más limpia y será más fácil de limpiar. Puedes aprovechar los días que haces la compra para deshacerte de los alimentos que ya no puedes consumir y limpiar la nevera antes de colocar lo nuevo.
Si quieres mantenerlo impecable también por fuera, un buen truco es panelarlo con los mismos frentes que el resto de muebles para facilitar la limpieza. Además, ¡es tendencia absoluta!